Discusiones en la pareja: ¿por qué peleamos siempre por lo mismo?

Cómo y por qué las peleas se convierten en una agotadora repetición que no resuelve los problemas, y de qué forma podrías empezar a cambiar tu comunicación de pareja

Cada pareja tiene un estilo para todo

Después de algún tiempo toda pareja va encontrando sus propias maneras de hacer las cosas: hablarse, convivir, hacer el amor, divertirse, aburrirse, y por supuesto, de pelearse.

Los problemas de pareja son inevitables, ¿o no? Quizá muchos de ellos no lo serían tanto si hubiese otra forma de comunicarse, piensa por ejemplo en cómo era al principio de la relación cuando lo solucionaban de otra forma, pero la realidad es que estaban más frescos, había mayor voluntad para aclarar malentendidos, eran más pacientes y esperaban lo mejor de su pareja.

La comunicación en la pareja también es así y en ocasiones se dificulta, lo que debía fluir se estanca y termina por volverse un círculo de repeticiones: discuten de la misma forma y por las mismas cosas sin nunca resolverlas.

Por eso en este artículo te muestro cómo y por qué las parejas llegan a ese punto de lo que en terapia llamamos discusiones estereotipadas, y de qué forma podrían empezarse a cambiar.

Siempre empiezas tú

¿Has notado que sus discusiones se parecen unas a otras?

Luego de un tiempo tus peleas de pareja tienen un principio, un desarrollo y hasta un final parecido. Es la misma película que ya has visto antes… y cada vez te aburre más.

Podría asegurar que si te lo preguntara me podrías decir de memoria quién empieza a decir algo, quién eleva el tono primero, quién lanza el primer ataque, que luego viene la respuesta y ahí ya es demasiado tarde porque explotan. ¿Te resulta familiar? Pues así son las discusiones estereotipadas, las discusiones que ya se sabe cómo son, pero ¿por qué son así?

La comunicación humana tiende a establecer sus propios códigos y formas de darse al interior de un sistema social, ¿qué son los sistemas? pues “el sistema es un grupo que adquiere categoría de entidad propia y se mantiene por la interacción mutua entre sus miembros”.

Así que tanto las familias como las parejas son sistemas, es decir, tienen un funcionamiento particular a partir del intercambio de información en la comunicación (verbal, conductual, gestual) entre sus integrantes. Por eso, una pareja es un sistema con una forma de comunicación específica, así como tienen códigos para sus apodos cariñosos, también los tienen para discutir.

Esto que puede aparentar ser muy técnico en realidad se comprueba con facilidad en tu experiencia. Piensa por ejemplo en sus chistes locales, esos que nacieron de alguna experiencia compartida, alguna anécdota que les sigue causando gracia y que les gustar contarse de vez en cuando. Pues eso es un resultado de la forma de comunicarse entre ustedes.

Del mismo modo ¿hace cuánto que en las peleas verbales con tu pareja no pasa algo nuevo? Seguramente hay muchas cosas que se han ido repitiendo, ¿cómo se dio esto? Así como una anécdota causa gracia por la repetición de los detalles cuando se cuenta, las discusiones son formas de comunicación que se repiten en sus fallos.

La falta de una comunicación efectiva, es decir, una comunicación que sí resuelve los problemas, fue creando la duda consciente y/o inconsciente de si es posible que hablando puedan resolver las dudas y dificultades, y esa duda a veces se convierte en certeza cuando hace muuuucho que no logran hablar bien. Es cuando alguien dice “contigo no se puede hablar”, “siempre es lo mismo”, o el clásico “ya vas a empezar”, que expresan no solo hartazgo y frustración en la pareja, sino la creencia de que esa charla no llevará a nada bueno, y más seguramente va a reavivar un tema difícil.

El problema son las ideas que se generan respecto de su comunicación: si crees que ya sabes lo que va a pasar, entonces vas a comportarte defensivamente y a comunicar como de costumbre: erróneamente.

Una pareja que se comunica a partir de esa creencia en uno o los dos integrantes está destinada a repetirse sin fin, y lo que es peor, a cumplir esa autoprofecía: “siempre es lo mismo”, que solo produce desgaste en la pareja y desconfianza en poder solucionar las cosas.

Así es como crean una forma específica de comunicación inadecuada. Se trata de una forma de comunicación que es un intento de solución fallido como le llamamos en terapia estratégica. Las parejas poco a poco convierten esa modalidad de discusión en lo normal, en algo estereotipado, hasta el punto en que se vuelven expertos en esa forma de discutir… porque no conocen otra.

No es que entre ustedes no se pueda hablar, es que ya no saben cómo hablarse de otra forma.

La manera en la que interpretamos los acontecimientos produce ideas, que luego se transforman en creencias. Con los recuerdos de lo que han vivido juntos, tú te cuentas una versión de cómo son ustedes como pareja, y ese relato que contiene tus creencias es la base inconsciente a partir del cual te comunicas como lo haces, ya sea que eres quien empieza la discusión, o quien recibe el primer reclamo. Esto es lo que convierte un comentario aparentemente inocente en peleas sin salida.

Otro problema con la percepción es que las personas tienden por abrumadora mayoría a suponer que su pareja ha sido la del problema. Esta es una explicación unidireccional como la llaman los psicólogos David Olsen y Douglas Stephens en su Manual de supervivencia para parejas:

«En numerosas ocasiones, cuando se intenta comprender qué provocó que una charla se convirtiese en una pelea, tenemos una respuesta simple. Creemos que todo ha sido culpa de la pareja (…) Adoptamos una explicación unidireccional del problema, ignorando convenientemente nuestra participación en la pelea».

Cuando alguien está convencido(a) que su pareja es el problema, le bastará la primera cosa que suceda para confirmar esa creencia, porque no se cuestionan las propias interpretaciones, sino que se busca lo que confirme esa creencia. Si, como sucede a menudo, ambos discuten con ideas preconcebidas sobre su pareja, entonces no están dialogando sino dando vueltas en círculos alrededor del problema sin resolverlo, reafirmando sus creencias mientras la relación de pareja se debilita.

Cómo es la conversación que necesitas

Muy probablemente tienen discusiones recurrentes por los mismos temas porque lo importante, lo que está de fondo, son emociones que no han sido atendidas.

No han tenido esa conversación que necesitas, la charla en la que te sientes escuchada(o) y de la que esperas que exista un cambio en su relación.

Muchas de las discusiones se convierten en algo recurrente porque al hablar no existe la escucha de verdad, sincera, ni la confianza para expresar lo que realmente te duele, te preocupa, te genera dudas. Y esa sensación de que no has sido escuchada(o) empáticamente por la persona que más esperarías que lo hicieras, es muy frustrante, y reafirma las creencias de que no pueden hablar bien.

Si no has podido expresarte, porque no te escuchan o porque no sientes la confianza suficiente, esas emociones te pueden llevar a que existan reclamos constantemente,  incluso cuando parece que “todo está bien” y alguna chispa hace que todo explote.

Así que a veces las discusiones aparentemente motivadas por el dinero, el comportamiento de las hijas e hijos, las tareas del hogar, o la intromisión de los suegros, pueden tener que ver más bien con problemas de emociones no atendidas, es decir, emociones no escuchadas por la pareja, y por tanto con inquietudes que no son valoradas por nuestro(a) compañero(a), lo cual es un golpe silencioso a nuestra confianza, porque ¿cómo me voy a sentir amada(o) si ni siquiera puedo hablar de lo que me preocupa?

Una comunicación de pareja efectiva tiene que ser comprensiva emocionalmente.

Empezar a dejar de ser experto(a)s en pelear, y aprendices en comunicar

Estoy seguro a que ya lo han intentado antes, y apostaría mi resto a que estás leyendo esto esperando encontrar una respuesta definitiva, y esto es lo principal que tengo para decirte al respecto: si siguen creyendo que en la comunicación TODA la culpa es de solo uno de ustedes en vez de una responsabilidad de AMBOS, las cosas van a seguir igual.

Por eso es indispensable entender algo para empezar a cambiar: así como construyeron una forma estereotipada e ineficiente para comunicarse porque es algo que fueron aprendiendo en el camino, también lo pueden modificar. ¿Cómo? Empezando con estas 3 sugerencias:

1- El paso uno es aceptar que la comunicación no les funciona por lo que ambos hacen y por cómo se retroalimentan ineficazmente (a menos que haya una relación con violencia psicológica o emocional en forma de manipulación, ahí la cosa cambia y no hay co-responsabilidad).

2- Y por tanto el paso dos es comprender que ambos pueden cambiar si se comprometen a ser agentes de cambio. Con esa disposición se pueden lograr muchas cosas.

3- El paso tres es igual de importante: necesitan empezar a hacer algo distinto. YA. Por su cuenta pueden intentar cambiar el orden habitual de su comunicación, el tono con que lo hacen, e incluso el lugar si tienen uno que se volvió típico.

Y si no les resulta, te cuento cómo trabajo en terapia la comunicación de la pareja a fin de entender:

  • Cómo discuten.
  • Qué temas los hacen pelear, porque quizá hay temas relevantes sin solucionarse durante mucho tiempo, como una infidelidad.
  • Qué emociones aparecen más frecuentemente, y cuáles no están siendo atendidas entre la pareja.
  • Luego diseño un plan para hacer algo realmente distinto y sostenido, construimos herramientas para una comunicación efectiva de forma que los cambios se mantengan y logren dejar de pelear en pareja.

Las discusiones son parte de casi cualquier dinámica en la pareja, sin embargo cómo éstas se dan es lo que puede convertirlas en un verdadero problema, hasta el punto de ser uno de los problemas cotidianos más desgastantes. En contraparte, la comunicación puede ser la llave a una mejor relación de pareja.

Conclusiones

Discuten por lo mismo porque el trasfondo emocional, lo que de verdad necesita ser atendido, no ha tenido ni los oídos dispuestos para escuchar ni la voz adecuada para decirlo, y entonces aparece una y otra vez en una forma disfuncional de la comunicación: las discusiones estereotipadas.

Toda comunicación va aprendiéndose y tomando una forma particular, así que si hubo una forma en que aprendiste con tu pareja a pelear de forma estereotipada, también puedes aprender una manera que resuelva los problemas, atienda las necesidades emocionales, e incluso alivie malestares arrastrados desde el pasado.

Para eso es indispensable entender que la comunicación depende de los dos, que lo(a)s dos la convirtieron en problemática y lo(a)s dos la pueden mejorar, siempre y cuando compartan responsabilidades, intenten algo diferente, para que entonces sí, cambien sus creencias sobre su propia comunicación, y experimenten las posibilidades de dialogar con armonía.

No es magia, es esfuerzo y dedicación, pero los efectos en la pareja son increíbles, como cuando vez que puedes resolver en pocos minutos lo que antes eran dos horas de pelea, y entonces las cosas fluyen mejor entre ustedes.

Puedes intentar un nuevo enfoque con lo que te he comentado aquí, o agendar una cita si deseas que les acompañe en el proceso para tener una mejor comunicación de pareja, estaré encantado de trabajar con ustedes.

2 comentarios en «Discusiones en la pareja: ¿por qué peleamos siempre por lo mismo?»

    • Hola Maribel.

      Gracias por tu comentario, qué bueno que te parezca interesante. Y si lo pones en práctica no olvides contarme qué tal te resultó.

      Saludos.

      Responder

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