Psicólogo Andrés Villanueva

Me gusta ayudar a personas que quieren vivir el amor de manera sana y libre

"Ya que quieres saber algo más de mí, te voy a contar cómo y por qué me convertí en psicoterapeuta especializado en solucionar problemas amorosos."

La verdad es que en las relaciones de pareja me ha ido bien, mal y regular (spoiler: los psicólogos seguimos siendo personas durante y después de estudiar), pero hablando con amigos sobre lo que nos pasaba a cada quien, siempre me surgía la pregunta de cómo algo que un día fue bonito se convertía en un martirio, y eso me motivó a prepararme para atender a quienes tenían mal de amores.

Para no aburrirte con mi CV aquí te va la versión resumida de mi formación:

Licenciatura en Psicología: en la UAM Xochimilco viví felizmente los años de mi juventud y aprendí todos los fundamentos de la profesión

Diplomado en Terapia Sistémica: ahí me formé como psicoterapeuta y empecé a trabajar con parejas e individuos

Maestría en Psicología Social: fue cuando me dediqué a investigar el amor romántico y a comprender las emociones de una manera crítica, social y cultural

Cuando complementé mis conocimientos en terapia con esta forma aguda y crítica de abordar las emociones descubrí todo el potencial de conjuntar terapia con Psicología Social. Dar sesiones de esta manera fue un cambio radical porque ¿sabes lo que se aprende sobre el amor y los problemas humanos después de dar cientos de horas de terapia a decenas y decenas de personas y parejas?

Uno de esos grandes aprendizajes fue entender de primera mano las dificultades que el amor presenta para sectores específicos de la población, especialmente para las mujeres y para las personas de la comunidad LGBTQ+.

Escuchar sus historias me cambió lo suficiente como para adoptar una perspectiva de género en mi forma de dar terapia, algo indispensable porque pienso que la terapia que busca un cambio necesita tener una perspectiva crítica, consciente y comprometida sobre la salud mental y las relaciones amorosas.

Para dejarte sorprender y tocar por las historias de las personas te tiene que gustar tu trabajo, y el mío me encanta. Siempre siento esa cosquilla cuando estoy por empezar un proceso terapéutico con alguien, ¿qué me contará?, ¿cómo será su mundo?, y también en todas las sesiones siguientes, porque para mí la terapia es un acto creativo y de colaboración, así que constantemente hay que imaginar alternativas novedosas a los problemas recurrentes, y siempre adecuadas a cada persona.

De todo esto resulta el tipo único de terapia que doy en el que conjunto la perspectiva crítica de la psicología con enfoque en emociones, y la eficacia de la terapia sistémica que me permite ayudar a parejas, familias e individuos a mejorar sus relaciones.

Hoy te puedo decir que me dedico a dar terapia para ayudar a personas que están sufriendo por amor y a las parejas que necesitan un cambio en su relación, porque estoy convencido de que las relaciones amorosas deberían facilitar que seamos personas más plenas y felices, que el amor sea una fuerza que nos impulse a disfrutar la vida. Sé que es posible, y que entre todas y todos vamos planteándonos formas diferentes, más justas y sanas de experimentar el amor.

Me apasiona trabajar con personas para que cosas buenas sucedan. Me alegra el corazón cuando en terapia llega el momento en que las personas rompen las ataduras que las mantenían sufriendo, superan el dolor de una relación que las maltrataba y se reencuentran consigo mismas, siendo más sabias y más felices, o cuando una pareja logra entenderse y alcanzan una relación de amor maduro y sano. 

Por eso me dedico a la tarea de compartir lo que sé para ayudar a las personas, y con ello lograr un cambio positivo en las maneras de amar y de vivir.

Ah, pero si lo que buscabas eran curiosidades personales sobre mí, te dejo 3 datos:

Amo a los gatos. Me cautivan su gracia, su belleza y que no dan su cariño a cualquiera, con ellos no hay medias tintas.

Mi sentido del humor: soy serio si la situación lo amerita, pero en confianza me resulta natural estar haciendo bromas y comentarios sarcásticos, ¡en la punta de la lengua siempre tengo una referencia a Los Simpson!

Disfruto escuchar rock y jazz, leer, ver deportes y series, y en especial me declaro un cinéfilo. Me fui volviendo cada vez más un espectador de la Cineteca, pero eso sí, ver The Lord of The Rings es un ritual anual.

Si tú también deseas empezar a aprender de ti misma(o) para tener una relación sana, superar a tu ex, o mejorar tu relación actual, puedes contactarme aquí:

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